...............CIENCIAS HUMANAS...........

viernes, 3 de diciembre de 2010

CIENCIAS HUMANAS




Buscar los principios básicos de las ciencias humanas que permitan hacer un balance de lo que somos como especie (lo filogenético) y como individuos únicos (lo ontogénetico). El contenido se basa en la ilación secuencial y coherente de postulados y nociones presentados por diversos autores de diversos campos como: la psicología, psicoanálisis, sociología, biología y antropología, los cuales dentro de su propia perspectiva, contribuyen a responder la pregunta ¿Qué es el hombre. El fin último es que los educandos se motiven, lean y aporten al desarrollo del curso mediante sus reflexiones y construcciones personales.
Las ciencias humanas y sociales, son aquellas que estudian al ser humano y su relación con la sociedad. Sus discursos se entrecruzan y enlazan; por ello es problemática una diferenciación entre estas ramas del conocimiento. Actualmente está adquiriendo vigor la trasdiciplinal pues los asuntos humanos y sociales no se fragmentan por campos de conocimiento
No todas las disciplinas que estudian al hombre reclaman el carácter científico, incluso dentro de aquellas que se catalogan como ciencias, existen pensadores que no guían sus reflexiones con el método científico.






CONCEPCIONES SOBRE EL APRENDIZAJE

LA CONSTRUCION  DE  LA  SUBJETIVIDAD

“LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD, FALLAS EN LA CONSOLIDACION DEL SENTiMIENTO DE SI MISMO: LA IDENTIDAD NEGATIVA”


 

“LA CONSTRUCCION DE LA IDENTIDAD, FALLAS EN LA CONSOLIDACION DEL SENTiMIENTO DE SI MISMO: LA IDENTIDAD NEGATIVA”







En la vida del hombre y la mujer están siempre presentes las preguntas: ¿quién soy yo?, ¿quiénes somos nosotros? En el transcurso de la vida se les da respuesta una y otra vez, sin contestarlas jamás completamente.Por mucha claridad que a veces se alcance, estas preguntas vuelven a surgir.
Para la psicología, la identidad es una necesidad básica del ser humano en tanto poder responder a la pregunta de quién soy yo? es tan necesario como recibir  afecto o el alimentarnos.
La respuesta que se logra no es absoluta y siempre está cambiando, pero nunca dejamos de buscarla.
Erich Fromm plantea que: "esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla".
Según lo que él expone, la identidad es una necesidad afectiva ("sentimiento"), cognitiva ("conciencia de sí mismo y del otro como personas diferentes") y activa (el ser humano tiene que "tomar decisiones" haciendo uso de su libertad y voluntad).
La identidad es como el sello de la personalidad. Es la síntesis del proceso de identificaciones que durante los primeros años de vida y hasta finales de la adolescencia la persona va realizando.
Se puede afirmar, entonces, que la identidad tiene que ver con nuestra historia de vida, que será influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. Por lo tanto, hay en este concepto un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado, y de la historia personal con la historia social, por otro.
Los individuos, los grupos y las culturas tienen conflictos de identidad. Hay una identidad personal y varias identidades colectivas que debemos siempre de aunar en nuestro análisis.
 No hay un solo "nosotros", sino varios, no excluyentes, sino superpuestos en la unicidad de la persona. Así, hablamos de: "nosotros los seres humanos", de "nosotros los latinoamericanos" o de nosotros "los argentinos”.
La identidad distingue nuestro colectivo de otros, así como la identidad individual distingue a nuestra individualidad de otras. La identidad colectiva es a la vez común y diferente, según el contexto. Por ejemplo, "nosotras los docentes" se opone a los "no docentes". El nosotros, es móvil y contextual. Son muchas las identidades colectivas y algunas incluyen a otras.
En algunos contextos culturales se da mayor relevancia a algunos "nosotros" (por ejemplo, "nosotros los blancos" – Sudáfrica, EEUU que son países que históricamente han tenido como colectivo social el tema del racismo) y, por lo tanto, cualquier otra característica queda relegada a un segundo plano. Tal es el caso de las culturas racistas, etnocéntricas o sexistas (las mujeres no pueden estudiar carreras profesionales (Iraquíes) Los puestos gerenciales solo pueden ser ejercidos por hombres etc. Así, la imagen de "ellos" (por ejemplo, "ellos los de color", los e tal religión etc.) implica prejuicios y segregación, lo que revela un conflicto de identidad en quienes han creado el "ellos". Lo que el "nosotros" no logra asimilar, lo proyecta hacia un "ellos" reprimido y negado en el interior del propio grupo. En palabras de Erickson, "ellos son los que padecen la diferencia fatal". Un buen ejemplo es el de los negros para los blancos racistas.
Por suerte el mundo ha ido evolucionando y si bien aun en algunas partes del mundo se dan estas situaciones de marginación y racismo en general hoy gracias a la Globalización y la mayor comunicación hay actitudes que se han ido erradicando. No obstante el prejuicio social aun esta presente desde otros lugares.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD








El carácter polisémico del término subjetividad, ha llevado a configurar una especie de ambigüedad conceptual y esto sucede porque el concepto adquiere un sentido según el medio en el que se lo emplea. En las teorías filosóficas se observa la presencia de los conceptos de subjetivismo y subjetividad, estrechamente emparentados, relacionando el primero relacionan con la subordinación de la realidad al pensamiento y se emplea en contraposición con el de objetivismo. En el mismo contexto, es decir, dentro de las concepciones filosóficas, el Diccionario de Filosofía de Abbagnano, define el subjetivismo como “el carácter de todos los fenómenos de conciencia, o sea, tales que el sujeto los refiere a sí mismo y los llama “míos”. Otro aporte acerca del concepto de subjetivismo, lo trae Ferrater Mora, afirmando que el subjetivismo “…es la acción y efecto de tomar el punto de vista del sujeto. El sujeto puede entenderse como un sujeto individual, como el sujeto humano en general o como el sujeto trascendental en el sentido kantiano”. Con relación al segundo término es posible agrupar una pluralidad de acepciones, que intentan definir la subjetividad, en la siguiente “la subjetividad se refiere a la singularidad de las experiencias”, es decir, las experiencias son únicas para la persona que las experimenta, son sólo accesibles a la conciencia de esa persona. Aunque ciertas partes de la experiencia son objetivas y accesibles a cualquier otro, otras son sólo accesibles a la persona que las experimenta. Surge acá preguntarnos ¿qué es la experiencia? Es posible definirla como el cúmulo de hechos vividos que nos constituyen y acompañan durante toda la vida.

Las experiencias pueden ser gratificantes o displacenteras. Cuando hablamos de experiencias estamos haciendo referencia a las experiencias familiares, laborales, espirituales, enriquecedoras, dolorosas, reiteradas, inéditas, etcétera. En cualquiera de las situaciones mencionadas, el registro de la experiencia se concreta desde lo subjetivo, lo individual, lo propio y personal, lo diferente del otro, que nos distingue y caracteriza. Una misma experiencia vivida por sujetos diferentes, adquiere valores únicos en cada uno; la carga emocional adjudicada es dada por quien la vive y sólo comprendida por él/ella.

A partir de lo que hemos venido desarrollando, podemos comenzar a aproximarnos al concepto, recurriendo a distintas formulaciones sobre el contenido y alcances de lo que se ha denominado subjetividad. El concepto de subjetividad es entendido como “el conjunto de percepciones, imágenes, sensaciones, actitudes, aspiraciones, memorias y sentimientos que impulsan y orientan el actuar de los individuos en la interacción permanente con la realidad” (Grajeda, 2001 – Durán, 2006). Esta concepción es retomada y caracterizada como “una disposición interna que el sujeto ha construido de una forma personal y social, a partir de su interacción con el entorno inmediato y el entorno ampliado” (Davini, Liston y Zeichner).

La indisoluble relación entre subjetividad e identidad se pone de manifiesto en la siguiente expresión que afirma que “la noción de identidad se estructura sobre la pregunta ¿quién soy? y ¿quién soy frente al otro?, la identidad se reconoce como un proceso constituido por prácticas con un significado cultural, ideológico y social, es decir, somos en razón de nuestra historia, nuestras prácticas y el significado colectivo que éstas adquieren, estas evidencias se reflejan en las formas de hacer, de hablar, de pensar, de concebir el mundo, de organizar su vida en espacios y tiempo” (Aguado y Portal, 1991).


En estrecho vínculo con la identidad docente, es posible mencionar que “la formación es concebida como el proceso de construcción del sujeto, mediante el cual se va adquiriendo o transformando capacidades, formas de sentir, de actuar, de imaginar, de comprender, de aprender” (Gilles Ferry, 1990), esto implica que la identidad docente se convierte en el entrecruzamiento de subjetividades, a partir de lo personal, lo institucional, lo laboral y lo cultural.

“La subjetividad se define como el resultado del encuentro de los impulsos primitivos del ser humano, con las exigencias de su entorno social. Hablar de la subjetividad es hablar de la condición de los sujetos, de su índole, de sus peculiaridades,

INTELIGENCIA Y AFECTIVIDAD




Los sentimientos de depresión son acciones secundarias que tienen como efecto frenar la acción emprendida. Se manifiestan por ejemplo, por una disminución de intensidad o de velocidad, por un estrechamiento del campo de acción, o por lo que Janet denomina desvalorizaciones, es decir, una disminución del placer al realizar la acción (discutiremos más adelante el empleo de este término). En el nivel sensoriomotor, los sentimientos de depresión se manifiestan por la seriedad del niño. El prototipo es el sentimiento de fatiga. Si efectivamente la fatiga fisiológica es la consecuencia del esfuerzo muscular, el sentimiento de fatiga es, por el contrario, un comportamiento cuyo efecto es detener la acción antes que el sujeto esté sin fuerzas. Es una regulación anticipadora que permite una economía gracias a la cual la acción podrá ser retomada ulteriormente. Si esta regulación no interviene en el tiempo deseado, el sujeto, en vez de detenerse, gasta las escasas fuerzas que le quedan en mayor cantidad de lo que la situación lo exigiría: es la agitación activa, que va hasta el agotamiento del sujeto.


3. y 4. La idea de regulaciones de terminación es muy importante. Efectivamente, una acción no se consuma por sí misma: se necesita un comportamiento especial, positivo o negativo, para consumarla. Así es como en caso de fracaso, la acción se consuma con un sentimiento de tristeza, que es muy diferente al sentimiento de fatiga: la tristeza es un comportamiento diferenciado, posterior a la acción, y cuyo rol es consumir el residuo de fuerzas sin emplear, mientras que, como lo hemos visto, la fatiga tg tenía el rol de economizar fuerzas. La tristeza puede prolongarse hasta la ansiedad, que pone de manifiesto un retroceso en la actividad (el sujeto "u ya no se atreve a recomenzar).


(En relación a esto se podría comparar a Janet con Freud. La tristeza sería, en lenguaje freudiano, un acto fallido, lo mismo que la ansiedad, que Freud explica por una represión de la libido, y que Janet extiende a todo el comportamiento).


Cuando el acto es logrado, se encuentran similarmente comportamientos de consumación, cuyo efecto es gastar el residuo de las fuerzas movilizadas para la acción, y que serán en este caso los sentimientos de triunfo.


c) Resumen general: la fuerza psicológica
En resumen, la idea central de Pierre Janet es la de una 'Fuerza psicológica", cuya naturaleza es mal conocida (desde el punto de vista fisiológico puede depender de las funciones vegetativas, del sistema endocrino, etcétera). Lo que el psicólogo puede observar es que esta fuerza está distribuida de manera diversa según los individuos y, en un mismo individuo, según los momentos: todo sujeto presenta de esta manera, alternancias de fuerza y de debilidad, de euforia y de depresión, que pueden ir hasta la ciclotimia.
Para cada comportamiento, hay que hacer uso de las fuerzas de reserva, y luego recuperar la energía gastada, produciendo, por ejemplo, la declinación de la tensión psicológica. Se ve por lo tanto el rol esencial que cumplen las regulaciones en la economía general de el comportamiento, que siempre tiende hacia un cierto equilibrio.Este equilibrio supone cuatro condiciones:


1. las regulaciones anteriormente enumeradas,
2. fuerzas de reserva,
3. una proporción entre las fuerzas disponibles y la tensión psicológica, que define el nivel del comportamiento. (Janet observa a este respecto que hay acciones costosas en el momento de su realización, pero que permiten posteriormente una economía: es un punto sobre el cual volveremos detenidamente),
4. una cierta relación entre la acción antigua y la nueva acción, que supone una adaptación y un esfuerzo.


El equilibrio afectivo varía según los individuos y también según la edad. Es precario en el niño, cuyos sentimientos son muy vivos, pero cuyo comportamiento conoce alternancias permanentes; por el contrario, en el anciano, el comportamiento es más estable, en cambio los sentimientos g han perdido vivacidad. Entonces, la intensidad de los sentimientos depende del desequilibrio.

CONCEPCIONES SOBRE EL APRENDIZAJE



"Todos los estudiantes pueden aprender, aunque algunos tardan más"
Los procesos de aprendizaje.
Los procesos de aprendizaje son las actividades que realizan los estudiantes para conseguir el logro de los objetivos educativos que pretenden. Constituyen una actividad individual, aunque se desarrolla en un contexto social y cultural, que se produce a través de un proceso de interiorización en el que cada estudiante concilia los nuevos conocimientos a sus estructuras cognitivas previas. La construcción del conocimiento tiene pues dos vertientes: una vertiente personal y otra social.
En general, para que se puedan realizar aprendizajes son necesarios tres factores básicos:
- Inteligencia y otras capacidades, y conocimientos previos (poder aprender): para aprender nuevas cosas hay que estar en condiciones de hacerlo, se debe disponer de las capacidades cognitivas necesarias para ello (atención, proceso...) y de los conocimientos previos imprescindibles para construir sobre ellos los nuevos aprendizajes
- Experiencia (saber aprender): los nuevos aprendizajes se van construyendo a partir de los aprendizajes anteriores y requieren ciertos hábitos y la utilización de determinadas técnicas de estudio:
- intrumentales básicas: observación, lectura, escritura...
- repetitivas (memorizando): copiar, recitar, adquisición de habilidades de procedimiento…
- de comprensión: vocabulario, estructuras sintácticas...
- elaborativas (relacionando la nueva información con la anterior): subrayar, completar frases, resumir, esquematizar, elaborar diagramas y mapas conceptuales, seleccionar, organizar…
- exploratorias: explorar, experimentar...
- de aplicación de conocimientos a nuevas situaciones, creación
- regulativas (metacognición): analizando y reflexionando sobre los propios procesos cognitivos
- Motivación (querer aprender): para que una persona realice un determinado aprendizaje es necesario que movilice y dirija en una dirección determinada energía para que las neuronas realicen nuevas conexiones entre ellas.
La motivación dependerá de múltiples factores personales (personalidad, fuerza de voluntad...), familiares, sociales y del contexto en el que se realiza el estudio (métodos de enseñanza, profesorado...)

TRES PRINCIPIOS DE LA IDENTIDAD PERSONAL

Comentario en estos principios: 



1.
Este principio deriva de la regla de oro: "Haga a otros pues usted hizo que hicieran a usted." Nadie desea una identidad negativa. Es injusto forzar esto sobre otra persona excepto como consecuencia específica de la acción personal. Imponer un papel negativo en una historia ante alguien mientras que usted tiene un papel positivo es un acto de la agresión contra esa persona. Es un acto hostil que conduce a un mundo unpeaceful.
Todavía, la historia se emplea mal a menudo de esta manera. la historia del Envidiar-cojinete es una fuente primera de guerras. En el interés de una comunidad más pacífica y más cariñosa, bordón de echar otro en una luz negativa que usted puede brillar. Proyecte su propia luz positiva para aclarar el mundo.
2.
Si el gobierno es su amo, entonces, por supuesto, su identidad personal se basa sobre un papel asignado a usted por el gobierno. En una democracia, sin embargo, la gente debe ser amos del gobierno. La gente individualmente y se determina colectivamente quiénes ella es; ésta debe ser la fuente de la política del gobierno.
Desafortunadamente, la realidad es que los líderes políticos fijan a menudo políticas a más futuro sus propios intereses. Profesando aborrecer guerra, conducen sus naciones en las guerras que se glorifican mientras que el pueblo muere. Por lo tanto, mientras que el veterano de guerra puede ser personalmente orgulloso de los actos valerosos realizados en la dirección del gobierno, esto es una poca distinción. Una forma más alta de identidad personal es la que viene de actos uno mismo-dirigidos. El gobierno, el criado de la gente, no tiene ningún negocio el imponer en esta área.
3.
Usted es lo que usted hace o piensa. Si usted hace algo, ésa se convierte en una parte de su carácter. Para mejor o peor, usted se ha puesto en una historia. Si usted tiene un pensamiento particular, usted piensa que es verdad. El pensamiento se convierte en una parte de su propio sistema de la creencia. Por lo tanto, su identidad más auténtica es qué se sale más bien que qué se da usted.
Eso dicha, debe ser observado que, hasta cierta edad, los individuos hacen identidades formar por otras, especialmente sus padres. La acción oculta y el pensamiento preceden la comprensión tímida. Los niños imitan a la gente para recibir un sentido de la dirección antes torpe de pulsar hacia fuera en sus el propios. Esto a la parte normal y deseable de vida. Si va todo bien, uno puede continuar en este modo.
La necesidad del juicio independiente se presenta principalmente cuando no van las cosas bien y fuerzan a una persona tomar decisiones inteligentes en respuesta a problemas. Es entonces que la uno mismo-reflexio'n está invitada en vida.
Cuando los americanos, por ejemplo, encuentran a su sociedad el disolver alrededor de ellos, el tiempo pudo haber venido decidir a lo que significa ser un americano. La gente americana puede entonces reflejar sobre y elegir una identidad nacional que la conduzca a un futuro mejor en vez de permitir a otros que puedan no tener sus intereses en mente de decidir esto.
La acción precede siempre su sentido de la identidad; el último es lo que elige uno aceptar de esta acción. No es sano ser excesivamente tímido u obsesionado con su propia identidad. Necesita ser un equilibrio entre la acción y el pensamiento.

EN BUSQUEDA DEL ENEMIGO



Nunca estuvo más claro Morris Berman que este año, al escribir Localizar al enemigo: mito versus realidad en la política exterior de los Estados Unidos. Un texto ferviente, escrito con una pasión que sólo a veces acompaña a la inteligencia. Su lectura del alma americana -norteamericana- la desviste con un humor negro que corre a alta velocidad entre líneas: desde los primeros colonos en el nuevo continente, la idea gringa fue que Norteamérica era el punto omega de todas las virtudes. Todavía los estadounidenses están mal informados. Ese mismo complejo de superioridad moral explica sus errores, asegura Berman. Alguien describe a la historia como lecciones de sicología mediante ejemplos, y Estados Unidos, dice, el país que nunca aprende, ha sido creado a partir de una identidad negativa. La identidad negativa es aquella por la cual te defines a partir de lo que no eres. En consecuencia, no se puede vivir sin un enemigo. La gran mayoría de los norteamericanos creen que deben democratizar al mundo. Por la fuerza, si es necesario. Esa misma mayoría cree que ayudan al mundo: Estados Unidos destina 2,5% de su presupuesto a la ayuda internacional, pero el público de las encuestas está convencido de que gasta 25%. La muerte de dos a tres millones de campesinos vietnamitas, las intervenciones en Guatemala y en Chile (por decir lo menos) y luego la caída del muro de Berlín, el fin de la guerra fría, nos dejó flotando en la perplejidad, dice Berman. Utilizábamos a la Unión Soviética para llenar un vacío interior.
Bush padre estaba completamente confundido y trató de llenar el vacío hallando otra guerra. Primero fue la llamada guerra contra las drogas, que costó 20 mil millones de dólares y no condujo a nada; después vino un remedio temporal, la guerra del Golfo en 1991. Hasta el 11 de septiembre de 2001, el fatal 9/11.
Después de todo, en los Estados Unidos se marca 911 en casos de emergencia; el simbolismo es bastante evidente. Hasta esa mañana en Nueva York, daba la impresión de que la mayoría de los americanos, cuando no veían por televisión el juicio de O.J. Simpson, o el del mismo Clinton, deambulaban por ahí, buscando llenar el vacío yendo de compras. La guerra de Irak fue un gran engaño precocinado, afirma además. Pero en la democracia estadounidense, disentir no es patriótico. Edad oscura americana, de Morris Berman está por llegar a Chile, y este ensayo anticipa lo que será su lectura. Es un comprimido.